Cántico de entrada: «Venid y vamos todos».
Venid y vamos todos con flores a porfía, con flores a María que Madre nuestra es, con flores a María que Madre nuestra es.
De nuevo aquí nos tienes, purísima doncella, más que la luna bella, postrados a tus pies, postrados a tus pies. Venid…
Oración para todos los días:
¡Oh Virgen Santísima, Madre y Señora nuestra! A tus plantas vengo en este mes a ofrecerte las flores de virtud que al calor de tu devoción han brotado en el jardín de mi alma. Bien quisiera que fueran flores bellas, sin manchas y sin espinas, pero no ignoras, Madre querida, cuánta es mi pobreza y miseria. Mírame, pues, con ojos de misericordia y compasión y riega y cuida Tú misma este jardín que todo entero te ofrezco, para que con tus cuidados maternales produzca las flores y frutos que tu Hijo espera y yo necesito para conseguir la salvación eterna de mi alma. Amén.
Breves reflexiones para cada día.
Felicitaciones y súplicas
⦁ Os felicitamos, ¡Oh María! Y damos gracias al Eterno Padre por haberos hecho Hija suya, Inmaculada desde el primer instante de vuestro ser, y os consagro mi alma con todas sus potencias. Se reza o canta un Ave María
⦁ Os felicitamos ¡Oh María! Y damos gracias a vuestro Hijo Jesucristo por haberos hecho Madre suya, quedando Vos Virgen antes del parto, en el parto y después del parto, y os consagro mi cuerpo con todos sus sentidos. Se reza o canta un Ave María
⦁ Os felicitamos ¡Oh María ¡ y damos gracias al Espíritu Santo por haberos hecho su Esposa, llena de gracia y santidad, y os consagro mi corazón con todos sus afectos, rogándoos al propio tiempo, me alcancéis de la Santísima Trinidad todos los auxilios que necesito para conseguir mi eterna salvación. Se reza o se canta un Ave María
Oración final para todos los días:
Antes de terminar este día, quiero, Virgen Inmaculada, ofrecerte el obsequio o flor espiritual que ayer te dediqué. Es cierto que muy pobre y pequeño es este obsequio en comparación de lo que Tú mereces y también de lo que yo quiero darte. Recíbelo, sin embargo, como una prueba de mi fidelidad a tu amor. Juntamente con esa flor quiero entregarte todo mi ser con todas mis palabras, obras y pensamientos, para que siempre, pero especialmente en los días de este mes, sea un florido homenaje a tu purísimo Corazón. Dame tu bendición para que con ella pueda cumplir mejor lo que hoy para mañana te prometo y así pueda ofrecerte una flor más bella y más hermosa que la de hoy. Ayúdame, Madre querida, para que mi alma sea más generosa en el sacrificio y aumente así cada día más y más en el amor que te quiero profesar. Amén
Flores espirituales:
Día 1: Firme propósito de hacer todos los días el Ejercicio de las Flores
Día 2: Rezar muchas veces el “Bendita sea tu pureza”.
Día 3: Leer durante este mes algún libro formativo sobre la Santísima Virgen
Día 4: Decir a lo largo del día muchas jaculatorias a la Virgen que lleven el nombre de “María”.
Día 5: Cumplir con perfección y alegría, y por Amor a la Santísima Virgen, mis deberes profesionales
Día 6: Renovar el propósito de rezar todos los días con devoción y puntualidad “el Angelus” (o Regina Coeli).
Día 7: Aclama y bendice a la Madre del Salvador, rezando y saboreando muchas veces el “Avemaría”.
Día 8: Cuidar de un modo especial la preparación y acción de gracias de la comunión, en presencia y compañía de la Virgen”.
Día 9: Hacer varios sacrificios pequeños en las comidas y ofrecerlos a Jesús por medio de María.
Día 10: Visitar algún templo dedicado a la Virgen y llevarle alguna ofrenda de flores.
Día 11: Hacer algunas visitas a pobres o enfermos llevándoles el cariño de nuestra presencia.
Día 12: Cuidar especialmente las miradas a cuadros, imágenes de la Santísima Virgen, diciéndole alguna jaculatoria al mismo tiempo.
Día 13: Que el rezo del Santo Rosario sea una de nuestras devociones diarias a la Virgen. Rezar las tres partes.
Día 14: Hacer el ejercicio del Vía Crucis.
Día 15: Rezar varias veces el “Regina Coeli” pidiéndole a la Santísima Virgen la virtud de la alegría.
Día 16: Repetir muchas veces la jaculatoria: Reina de los Apóstoles, ruega por nosotros.
Día 17: Rezar muchas veces la segunda parte del “Ave María”, pidiéndole a la Virgen nos ayude “ahora y en la hora de nuestra muerte”.
Día 18: Rezar una “Salve” cada vez que el reloj marque una nueva hora.
Día 19:Renovar las promesas del Bautismo, renunciando a Satanás, al mundo y sus vanidades.
Día 20: Rezar al dar las horas el “Bendita sea tu pureza”.
Día 21: Ofrecer por medio de María cinco pequeños sacrificios en memoria de las cinco llagas de Nuestro Señor.
Día 22: Rezar la oración “Acordaos”por la salvación de cada una de las personas que más conviven con nosotros.
Día 23: Recitar tres veces el “Credo”: por la mañana, al mediodía y al atardecer, pidiéndole a Santa María nuestra fidelidad a la Iglesia.
Día 24: Propagar entre nuestros familiares y amigos la devoción del Santo Rosario y rezarlo diariamente.
Día 25: Practicar la devoción de las “Tres Avemarías” y enseñarla sobre todo a los pequeños.
Día 26: Difundir con el ejemplo esta devoción del “Angelus”.
Día 27: Llevar el Escapulario del Carmen y propagarlo entre los familiares y amigos.
Día 28: Visitar a un enfermo y hablarle de su confianza en la Santísima Virgen.
Día 29: Rezar estas oraciones todos los días, al menos una vez.
Día 30: Visitar algún Santuario o Ermita dedicada a la Virgen y rezar las tres partes del Rosario.
Día 31: Consagrarse a la Santísima Virgen y prometerle no apartarnos jamás de Ella por el pecado.
CONSIDERACIONES PARA CADA DÍA
DÍA 1.- DEBEMOS HONRAR A MARÍA
Mes de mayo. Uno de los meses más bellos del año nos abre sus puertas. El mes que la Iglesia dedica para honrar y obsequiar a la Santísima Virgen. Los cristianos recibimos este mes con íntima y sincera alegría.
A través de sus días vamos a vivir junto a la Señora, que es Madre de Dios y Madre nuestra, para ofrecerle nuestras oraciones, sacrificios, obsequios espirituales… nuestras flores. Dice Pablo VI en su Encíclica “Mense Maio”: “Es el mes en que los templos y en las casas particulares sube a María desde el corazón de los cristianos el más ferviente y afectuoso homenaje de su oración y su veneración”. Sigue diciendo el Papa: “Es también el mes en el que desde su trono descienden hasta nosotros los dones más generosos y abundantes de la Divina Misericordia”.
“El mes de mayo, dice el Papa Juan Pablo II, nos estimula a pensar y a hablar de modo particular de Ella. En efecto, este es su mes. Así, pues, el periodo del año litúrgico (Resurrección) y a la vez el corriente mes llaman e invitan a nuestros corazones a abrirse de manera singular a María” (Mayo 1979).
¿Por qué honrar a María? Baste recordar estos títulos: Hija. Madre y Esposa de Dios… Y Madre nuestra.
Flor espiritual para mañana: Firme propósito de hacer todos los días el Ejercicio de las Flores.
DÍA 2.- LA INMACULADA CONCEPCIÓN
Todas las personas nacemos con el alma manchada por el pecado original. La Virgen María fue concebida sin este pecado. Dios concedió este privilegio único y exclusivo a María en atención a que había de ser Madre de Dios, y Dios no podía tomar carne de una criatura que hubiera sido, ni por un instante, súbdita del demonio.
Convenía, podía y la hizo son Inmaculada. Concebida sin mancha de pecado original, María no conoció el pecado, ni siquiera el venial. Es dogma de fe, definido por el Papa Pío IX, el día 8 de diciembre de 1854. Nosotros, hijos de la Virgen, nos alegramos y agradecemos a Dios este privilegio de nuestra Madre. Digamos con la liturgia: ¡Toda hermosa eres María, y en Ti no hay pecado original! Tú eres la gloria de Jerusalén, Tú la alegría de Israel, Tú la honra de nuestro pueblo.
Flor espiritual para mañana: Rezar muchas veces el “Bendita sea tu pureza”.
DÍA 3.- NACIMIENTO DE MARÍA
Nueve meses después de la Concepción Inmaculada de la Virgen María, celebramos su santo nacimiento. Aunque los libros sagrados nada nos refieren al hecho, la liturgia lo canta como anuncio de gozo para todo el mundo, y nos exhorta a celebrarlo con alegría, para que la Virgen interceda por nosotros ante nuestro Señor Jesucristo.
Alegría extraordinaria para Joaquín y Ana, padres de la niña María. Alegría universal porque, nacida la Virgen, se aproximaba la venida de Jesucristo para librar a la humanidad de las tinieblas del pecado. A Jesús siempre precede María. No quiso Dios que apareciera en el mundo el Verbo hecho carne, sin que viniera antes como espléndida aurora, la Niña Reina de los Ángeles, concebida sin mancha.
Flor espiritual para mañana: Leer durante este mes algún libro formativo sobre la Santísima Virgen.
DÍA 4.- EL NOMBRE DE MARÍA
Dice San Alfonso María de Ligorio en su libro ”Las glorias de María” que: “No fue inventado en la tierra el nombre santísimo de María, como lo fue el nuestro, sino que descendió del Cielo por divina ordenación”. De San Bernardo son estas palabras: “el nombre de María es júbilo al corazón, miel en la boca, música al oído”.
Afirma Tomás de Kempis que “los demonios temen de tal manera a la Reina del Cielo, que al pronunciar su nombre huyen de quien lo profiere, como de un fuego que abrasa”. Pronunciémoslo siempre con respeto, por ser la Madre de Dios; con amor, porque es nuestra Madre; con confianza, porque siempre que lo invoquemos, en cualquier peligro o tentación, será nuestro Auxilio. Que el nombre de María esté continuamente en nuestros labios. Ella, la Virgen María, es la estrella que está en lo alto para que siempre la podamos mirar.
Flor espiritual para mañana: Decir a lo largo del día muchas jaculatorias a la Virgen que lleven el nombre de “María”.
DÍA 5.- PRESENTACIÓN DE MARÍA EN EL TEMPLO
Esta fiesta de la Virgen, que se llama en algunas partes “Fiesta de la Niña María”, tuvo su origen en la Iglesia Oriental en el siglo VI. El Papa Sixto V la extendió a toda la iglesia.
María Niña, acompañada de sus padres San Joaquín y Santa Ana, es presentada en el Templo. Allí permaneció los años de su niñez, sirviendo a Dios y formándose en el conocimiento de las Sagradas Escrituras, en compañía de otras niñas. Vida de oración y de trabajo.
De ella se desprendía profundo amor a Dios, docilidad, humildad, laboriosidad, obediencia, modestia… Todo en Ella era un tesoro valioso que rebosaba de su corazón profundamente enamorado de Dios y a Él entregado totalmente.
Que en nuestra compostura exterior en el templo ayude a los demás a acercarse a Dios.
Flor espiritual para mañana: Cumplir con perfección y alegría, y por amor a la Santísima Virgen mis deberes profesionales.
DÍA 6.- LA ANUNCIACIÓN (San Lucas 1, 26-38)
Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo Unigénito, y esta dádiva inestimable nos fue dada por el consentimiento de la que desde entonces es verdadera Madre de Dios. El Arcángel San Gabriel la visitó para anunciárselo: Madre de Dios por obra y gracia del Espíritu Santo. Ella acepta: He aquí la esclava del Señor… Y el Verbo Divino se encarna en sus purísima se entrañas.
Recordemos lo que dice el Catecismo.” La Encarnación del Hijo de Dios se realizó formando el Espíritu Santo de las entrañas purísimas de la Virgen un cuerpo perfectísimo y creando un alma nobilísima que unió a aquel cuerpo; en el mismo instante a este cuerpo y alma se unió el Hijo de Dios; y de esta suerte, el que antes era solo Dios, sin dejar de serlo, quedó hecho hombre”. Actitud de fe y de humildad de la Santísima Virgen. Actitud de entrega a la Voluntad de Dios. ¡Cuántas cosas grandes baremos en este mundo sea cumplimos siempre y en todo la voluntad divina!
Flor espiritual para mañana: Renovar el propósito de rezar todos los días con devoción y puntualidad “el Ángelus”.
DÍA 7.- LA VISITACIÓN A SU PRIMA ISABEL (San Lucas 1, 39-56)
Nos cuenta el Evangelista San Lucas esta visita…” Y María se dirigió presurosa a la montaña de Judá”. Allí vive su prima Isabel. No se detiene. Le urge visitar a quien tiene necesidad de su compañía, de su ayuda, de su felicitación por la merced que Dios le había hecho en su ancianidad…un hijo de éste el Precursor de el Salvador.
Isabel bendice a María y al fruto de su vientre, mientras Juan salta jubiloso en el seno de su Madre. La gracia de Dios por medio de María se derrama en la madre y en el niño y todo el hogar se llena de felicidad.
María vierte su humildad y gratitud en el “Magnificat” y enlaza al Todopoderoso que ha obrado tantas maravillas en su esclava. La vocación del cristiano es vocación de servicio a los demás, pero siempre por Dios.
Flor espiritual para mañana: Aclama y bendice a la Madre del Salvador, rezando y saboreando muchas veces el “Avemaría”.
DÍA 8.- NACIMIENTO DEL NIÑO DIOS (San Lucas 2, 1-6)
Un edicto del César dispone el censo de todos sus súbditos en la ciudad de origen de cada uno. José y María se dirigen a Belén –tierra de pan-, cuna de Rey David, de quien ellos proceden.
Se cierran para ellos todas las puertas, incluso la posada. Y en un establo, a la medianoche, nace Jesús. Su Madre le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre. Frío, pobreza, desprendimiento, humildad profundísima…
Adoración rendida de María y José. Y los Ángeles llenan la noche de armonías celestiales. Y nuestra adoración la unimos a la de los santos esposos y nuestra alabanza a la de los coros angélicos. En nuestro interior se renuevan propósitos de desprendimiento, de amor a la pobreza y a los pobres, de humildad sincera.
¿Has pensado como contemplarían el Padre y el Espíritu Santo a la segunda Persona de la Santísima Trinidad hecho Niño?
Flor espiritual para mañana: Cuidar de un modo especial la preparación y acción de gracias de la comunión, en presencia y compañía de la Virgen.
DÍA 9.- ADORACIÓN DE LOS PASTORES Y LOS MAGOS (San Lucas, 2 8-20 y San Mateo, 2 1-12)
Al nacer el Niño Jesús, la Virgen María, llena de gozosa emoción, le adoro como a su Dios y Señor, pero con ternura inenarrable le amo y le estrechó entre sus brazos como Madre. En esa misma adoración y ternura material le acompañan su santísimo Esposo San José.
Al mismo tiempo los ángeles anunciaban a unos pastores la” buena nueva” de Belén: el nacimiento del Hijo de Dios, del Rey de los judíos. Los pastores, presurosos, acudieron a la cueva y lo encontraron con su Madre. Homenaje sencillo y tierno en aquella adoración de los pastores.
Mientras, en tierras lejanas de Oriente, una estrella guía para unos Magos hacia Belén. Superadas todas las dificultades, también se encuentran al Niño en los brazos de la Santísima Virgen. Su ofrenda de oro, incienso y mirra es un símbolo de su adoración al Niño Rey, Dios y Hombre.
Para encontrar a Jesús el camino más corto y seguro es el de la Virgen. A Jesús siempre se va por María.
Flor espiritual para mañana: Hacer varios sacrificios pequeños en las comidas y ofrecerlos a Jesús por medio de María.
DÍA 10.- LA PURIFICACIÓN DE LA VIRGEN (San Lucas 2, 22-32)
María Santísima, verdadera Madre de Dios, pasa –a los cuarenta días del nacimiento de Jesús- inadvertida, como una más entre las mujeres de su pueblo. No le importa acudir como las demás al Templo, ni someterse a la ceremonia de la Purificación señalada por la Ley. Ella, la Inmaculada, se humilla como si estuviera manchada. ¡Profunda humildad y obediencia de María, que nos hace pedir perdón al Señor por nuestras soberbias y rebeldías!
Al anciano Simeón el Espíritu Santo le hace conocer quién es aquel Niño presentado en el Templo por José y María. Al tomarlo en sus brazos alaba a Dios y profetiza a María la espada de dolor que atravesaría su corazón.
Esta fiesta, que los griegos llamaban ”el encuentro del Señor” en el siglo VII, seguía en importancia a la de la Asunción. Nosotros la conocemos con el nombre popular de la “Candelaria”, por la procesión de las candelas que precede.
Flor espiritual para mañana: Visitar algún templo dedicado a la Virgen y llevarle alguna ofrenda de flores.
DÍA 11.- LA HUIDA A EGIPTO (San Mateo 2, 13-15)
La vida serena de Belén se turba una noche cuando un Ángel avisa a José que se marche con el Niño y su Madre a Egipto. Es que el Rey Herodes busca a Jesús para matarle.
Con rapidez, prontitud y sin queja alguna. María y José obedecen las órdenes divinas y se alejan de su patria para salvar la vida del Niño.
Ante estos años de penoso e incómodo vivir en una tierra extraña de la Sagrada Familia, se enciende en nosotros el deseo de no permitir que nada ni nadie nos aparte de Jesús por el pecado, y aumenta al mismo tiempo en nuestro espíritu la ilusión de seguir luchando para que Jesús viva seguro en nuestra alma por la Gracia.
Ante los momentos de dificultades materiales, que el recuerdo de tantas privaciones en estos años de la vida de Jesús, María y José, nos haga sentir la alegría espiritual de así parecernos más a ellos.
Flor espiritual para mañana: Hacer algunas visitas a pobres o enfermos llevándoles el cariño de nuestra presencia.
DÍA 12.- VIDA OCULTA EN NAZARET (San Lucas 2, 40-50)
Al morir Herodes, Jesús, María y José regresan a su patria y Nazaret es el marco de sus vidas de familia trabajadora.
Al cumplir los doce años el Niño Jesús, suben a Jerusalén en las fiestas de la Pascua. Finalizadas estas, inician el regreso, pero con dolor y angustia se dan cuenta que Jesús no vuelve con ellos. Búsqueda intensa entre familiares y conocidos. Al tercer día –en el Templo- el gozo del reencuentro. Jesús estaba “ocupado en las cosas de su Padre”.
Regreso a Nazaret. Vida de la Santísima Virgen, junto a José y a su divino Hijo, ocupada en la sencillez del trabajo diario de la vida de familia, en un ambiente de recogimiento y oración. Vida en la que Jesús obedecía en todo, en la que María “guardaba todas las cosas en su corazón”.
Amemos la vida oculta y tengamos en gran estima la fuerza santificadora del trabajo diario y de la vida de familia.
Flor espiritual para mañana: Cuidar especialmente las miradas a cuadros, imágenes de la Santísima Virgen, diciéndole alguna jaculatoria al mismo tiempo.
DÍA 13.- LAS BODAS DE CANA (San Juan 2, 1-11)
Ambiente de alegría en Caná de Galilea, donde se celebra una boda. Gran número de invitados; entre ellos Jesús y sus discípulos. También está invitada la Madre de Jesús. María, atenta y observadora, se da cuenta que falta el vino… Con la firmeza de quién sabe va a ser atendida, aconseja a los criados que hagan lo que Jesús les diga. El milagro se realiza y el agua se convierte en vino que por su calidad, llama la atención del maestresala.
Y en los planes divinos nada se hace sin María, Dios así lo quiere. La obra salvadora del Hijo asociada a la Madre. ¡Como hemos de abandonarnos sin miedo en los brazos de Madre tan poderosa! Todas nuestras miserias, cualesquiera que sean, en Ella tendrán remedio.
Flor espiritual para mañana: Que el rezo del Santo Rosario sea una de nuestras devociones diarias a la Virgen. Rezan las tres partes.
DÍA 14.- LOS DOLORES DE LA VIRGEN (San Juan 19, 25-27)
El Evangelista San Juan anota estremecido: “Junto a la Cruz de Jesús estaba su Madre”. Cuando todos huyen y se esconden, María sigue junto a su Hijo. Allí estaba traspasada el alma por la amargura de los padecimientos de su Pasión y Muerte… los insultos, los azotes, las espinas y los clavos, la ingratitud de la humanidad, los pecados de los hombres. Todos son espadas de dolor que atraviesan su Corazón materno. El anciano Simeón no se había equivocado.
En esos momentos del “poder de las tinieblas” recibe el encargo especial de su Hijo de convertirse en nuestra Madre, en Madre de la Iglesia. “La Madre de Dios es mi Madre” repetía frecuentemente San Estanislao de Kostka. Ella espera de nosotros, sus hijos, cariño filial, amor, reparación, desagravio por tantos pecados que en la Cruz pusieron a Jesús.
Flor espiritual para mañana: Hacer el ejercicio del Vía Crucis.
DÍA 15.- LA VIRGEN MARÍA EN LA RESURRECCIÓN
En el Domingo de Pascua de Resurrección la Iglesia desborda de alegría. Cristo ha resucitado de entre los muertos. Alegría que nos acerca a la Santísima Virgen para felicitarla con las estrofas del Regina Coeli.
Sí inmenso fue el dolor de María en la Pasión y Muerte de su Hijo, inmenso y sin límites fue su gozo cuando –aunque nada nos hayan dicho los Evangelistas-en la mañana del domingo y antes de las primeras apariciones, se presentaría el Señor a su Madre lleno de luz y hermosura, vencedor del pecado y de la muerte. La fe y la esperanza de la Virgen se veía confirmada con la presencia gloriosa de su Hijo Resucitado.
“Si Cristo ha resucitado, dice San Pablo, también nosotros resucitaremos…”. Nuestro corazón se siente lleno de júbilo con el triunfo de Cristo, con la alegría de la Virgen y la esperanza de nuestra propia resurrección.
Que a la hora de la cruz, de la lucha diaria, de las tentaciones, del trabajo fatigoso pensemos que este es el camino que lleva al Cielo.
Flor espiritual para mañana: Rezar varias veces el “Regina Coeli” pidiéndole a la Santísima Virgen la virtud de la alegría.
DÍA 16.- MARÍA DESPUÉS DE LA RESURRECCIÓN (Hechos 2, 1-12)
Después de la Resurrección Jesús estuvo muchas veces con sus apóstoles. Con toda seguridad pasaría en estos cuarenta días más de un rato con su Madre hablando de su misión maternal junto a los apóstoles. En el monte de los Olivos se despide de su Hijo antes de subir a los cielos. Penosa separación para María, pero tiene que seguir colaborando en la obra de su Hijo, en la naciente Iglesia, especialmente fortaleciendo la fe y la esperanza de los apóstoles ante la próxima venida del Espíritu Santo.
Con ellos, tras diez días de oración y recogimiento, recibe el Espíritu Santo. Y cuando los apóstoles se dispersan por el mundo para llevar el mensaje de Cristo, Ella queda encomendando su labor y en espera siempre del primero que vuelva o la necesite, ofreciéndole el cariño de Madre y de Reina. En nuestras tareas apostólicas sintámonos respaldados siempre por la ayuda de la Virgen.
Flor espiritual para mañana: Repetir muchas veces la jaculatoria: Reina de los apóstoles, ruega por nosotros.
DÍA 17.- LA ASUNCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN
Después de la Ascensión del Señor, la vida de María fue un continuo deseo de unirse totalmente a su Dios y Señor para no separarse jamás.
Su corazón de Madre reclama la presencia de los Apóstoles antes de marchar a los cielos. Ellos, solícitos, se agrupan alrededor de su lecho. Entre ellos, Matías, el que sustituyó a Judas. Alegría de la Madre, al verse rodeada de sus hijos. Últimos consejos y recomendaciones antes de la partida. Bendición de Madre que les consuela y fortalece.
María es llevada en cuerpo y alma a los cielos. Fiesta grande. La Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, recibe y colma de honores a la Hija a la Madre y Esposa de Dios. Alegría de los Ángeles y los Santos. Alegría también en todos los cristianos de siempre y especialmente, de los que vivimos aquel día 1 de noviembre de 1950, en que el Papa Pío XII definía dogma de fe la Asunción de María a los cielos.
Flor espiritual para mañana: Recitar muchas veces la segunda parte del “Ave María” pidiendo a la virgen nos ayude “ahora y en la hora de nuestra muerte”.
DÍA 18.- EL TRIUNFO DE MARÍA (Apocalipsis 12, 1-6)
Dice San Juan: “Apareció en el cielo una señal grande, una mujer envuelta en el sol, con la luna debajo de los pies, y sobre la cabeza una corona de doce estrellas”. Así de hermosa aparece María en el cielo. Ella ha reparado la caída de Eva y ha pisado con su planta pura a Satanás. Es coronada por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, como Reina y Señora de toda la Creación: del cielo y de la tierra.
Ante Ella, rinden homenaje los Ángeles y todos los Santos. Nosotros nos estremecemos de júbilo al pensar que es Madre nuestra y que está en el cielo para interceder por sus hijos de la tierra. Ante nuestra Reina renovamos la promesa de ser siempre siervos suyos. Dios volcó todo su poder, la sabiduría y su amor al crearla y lo hizo porque iba a ser la Madre del verbo, su Madre; no quiso que en todo el universo hubiera grandeza o belleza, que pudiera compararse a la grandeza o belleza de la Señora.
Flor espiritual para mañana: rezar una “Salve” cada vez que el reloj marque una nueva hora.
DÍA 19.- LA VIRGEN MARÍA, MADRE DE DIOS
Decretado por Dios a la encarnación del Verbo para la redención del humano linaje, quiso que naciese como los demás hombres y tomase carne de una mujer, que fuera Madre de Dios. Esta fue María, elegida desde la eternidad por Dios para Madre del Verbo Encarnado.
La Virgen María es Madre de Dios, porque de su carne y sangre se formó el Cuerpo de Cristo, quien nació de ella y de ella se alimentó.
Es dogma de fe, definido por el Concilio de Efeso, en el año 431. El dogma define que María es Madre de Dios, porque no se puede ser Madre más que de personas; y como en Jesucristo no hay persona humana, sino sólo persona divina, María, o no es Madre, o es Madre de la única Persona –la divina-, y por tanto, Madre de Dios.
“La iglesia, dice el papa Juan Pablo II, le tributa un culto que supera al culto de todos los otros Santos: culto de hiperdulía. La venera precisamente así porque fue elegida para ser la Madre del Hijo de Dios” (mayo 1979).
Por esta primera y suprema dignidad de ser su Madre, Dios adorno a María, con excelsas prerrogativas, que tales como: la Concepción Inmaculada, la Virginidad perpetua, la Asunción, la Mediación universal…
Procuremos ser dignos de tal Madre.
Flor espiritual para mañana: Renovar las promesas del bautismo, renunciando a Satanás, al mundo y a sus vanidades.
DÍA 20.- PERPETUA VIRGINIDAD DE MARÍA
Virgen antes del parto, Virgen en el parto y Virgen después del parto. Verdades de fe para ser creídas, dogmas marianos para ser amados, como se nos enseña en el Símbolo Toledano, en los Concilios Primero y Cuarto de Letrán, en el Símbolo de Epifanio, en el decreto contra los Unitarios del Paulo IV…
“El Espíritu Santo cubrió con su sombra –dice el evangelio-a María”, y en el seno de María, sin intervención alguna de criatura humana, “el verbo se hizo carne”. Y a la manera que un rayo de sol pasa por un cristal sin romperlo ni mancharlo, salió Jesús del seno de su Madre, limpia y milagrosamente. Y María siguió siendo Virgen después del parto.
Y de nuestros labios y de nuestros corazones sale un ruego: ¡Amor noble y limpio, Madre y siempre Virgen María! Decía San Pedro Crisólogo: “El que hizo al hombre de barro virgen, sin tener que nacer, en un su nacimiento tomo naturaleza humana de carne virgen”.
Flor espiritual para mañana: Rezar al dar las horas el ”Bendita sea tu pureza”.
DÍA 21.- MARÍA, CORREDENTORA CON JESUCRISTO
María no es la redentora del hombre. El único redentor es Jesucristo. Pero la Iglesia le da el título de Corredentora por haber contribuido a la Redención de estos tres modos: Primero, dando su libre consentimiento a la Encarnación del Hijo de Dios con aquellas palabras “He aquí la sierva del Señor; hágase en mí según tu palabra” (Lucas 1,18). Segundo, porque la sangre que derramó Jesucristo –precio de la Redención-es la sangre tomada de las entrañas de la Virgen. Tercero, porque ofreció voluntariamente a su Hijo Jesús como víctima para la Redención, primero en el Templo y especialmente en el Calvario el Viernes Santo.
Dice el Concilio Vaticano II: “Por tanto, con razón los Santos Padres consideran a María… Como colaboradora en la salvación humana con su fe libre y obediencia; porque ella, como dice a san Irineo, obedeciendo se hizo la causa de su propia salvación y la del todo el género humano” (Lumen Gentium, n.56). Hoy le decimos: ¡Madre, sigue corredimiéndonos!
“Ella es, dice Juan Pablo II, la reina, la protectora y el modelo. A Ella se viene para honrarla, para pedir su intercesión, para aprender a imitarla, es decir, para aprender a ser un verdadero discípulo de Jesús”.
Flor espiritual para mañana: Ofrecer por medio de María cinco pequeños sacrificios en memoria de las cinco llagas del Señor.
DÍA 22.- MARÍA, MEDIANERA DE TODAS LAS GRACIAS
No quiere decir esto que María sea la mediadora absoluta entre Dios y los hombres. El único mediador absoluto es Cristo, y lo es por naturaleza. María es medianera por privilegio. Jesucristo media entre Dios y los hombres; María media entre Jesucristo y los hombres, y, con Jesucristo, entre Dios y nosotros.
Dice San Bernardo: “Dios quiere que no tengamos nada que no pase por manos de María”. A la virgen la llamamos la omnipotencia suplicante; por ello el Concilio Vaticano II, dice: “María… no abandonó esta función de salvación, si no que por su intercesión múltiple continúa obteniéndonos los dones de la salud eterna” (Lumen Gentium, n.62).
“Lejos de empañar la meditación insustituible y única de Cristo, esta función de María, acogida por la piedad popular la pone de relieve y sirve para demostrar su poder, como enseña el Concilio Vaticano II (Lumen Gentium, n.60), porque todo lo que Ella es y tiene viene de la superabundancia de los méritos de Cristo, se apoya en su mediación y a Él conduce” (Juan Pablo II).
Agradezcamos a la Virgen tantas gracias recibidas por su intercesión y sigamos pidiéndole más -¡necesitamos tantas!-, convecinos de que es nuestra Madre.
Flor espiritual para mañana: Rezar la oración “Acordaos” por la salvación de cada una de las personas que más conviven con nosotros.
DÍA 23.- MARÍA, MADRE DE LA IGLESIA
Es el último título con que se ha honrado a la Santísima Virgen. En la solemne clausura de la tercera etapa del Vaticano II, el Papa Pablo VI declaró: “Así, pues, para la gloria de la Virgen y consuelo nuestro, nos proclamamos a María santísima Madre de la Iglesia, es decir, Madre de todo el pueblo de Dios, tanto de los fieles como de los pastores… y queremos que, de ahora en adelante, sea honrada e invocada por todo el pueblo cristiano con este grandísimo título”.
La razón de este título ha sido formalmente destacada por el mismo Pontífice, quien dijo a continuación: “La divina maternidad… constituye el fundamento principal de las relaciones de María con la Iglesia, por ser Madre de Aquel, que desde el primer instante de la Encarnación en su seno virginal, se constituyó en cabeza de su Cuerpo Místico, que es la Iglesia. María, pues, como Madre de Cristo, es Madre también de los fieles y de todos los pastores; es decir, la Iglesia”.
Repitamos hoy con gratitud: Creo en la Iglesia; Una, Santa, Católica, Apostólica y Romana… Y en Santa María, Madre de la iglesia.
Flor espiritual para mañana: Recitar tres veces el “Credo” por la mañana, al mediodía y al atardecer, pidiéndole a Santa María maestra fidelidad a la Iglesia.
DÍA 24.- LA DEVOCIÓN DEL SANTO ROSARIO
Es la más importante negocio mariana, “Después de la Santa Misa y el Breviario -ha dicho Juan XXIII- es el ejercicio de devoción cristiana más recomendable”.
La misma virgen María enseñó a Santo domingo, la manera de rezarse. En las apariciones de Lourdes y Fátima, ha seguido insistiendo en la necesidad que los cristianos tenemos de rezarlo.
Todos los Romanos Pontífices, desde Alejandro VI, en el año 1295, hasta Juan Pablo II, en nuestros días, han recomendado repetidamente esta práctica piadosa. Han insistido en la conveniencia de rezarlo diariamente y, cuando sea posible, hacerlo en familia “Es un modo excelentísimo de oración mediata, en el que las oraciones del Padrenuestro, el Avemaría y el Gloria se entrelazan en la consideración de los más altos misterios de nuestra fe… Contemplando cada uno de “los misterios” se revive el Evangelio, la maravillosa historia del género humano redimido y salvado” (Juan XXIII).
“El rosario es mi oración predilecta. ¡Oración maravillosa! Maravillosa en su sencillez y profundidad… Mi gratitud quiero traducirla en decenas del Rosario para poder expresarla en oración, más bien que de una forma humana, en esta oración tan sencilla y tan rica. Cordialmente exhortó a todos a recitarla” (Juan Pablo II, octubre, 1978).
Flor espiritual para mañana: Propagar entre nuestros familiares y amigos la devoción del Santo Rosario y rezarlo diariamente.
DÍA 25.- LAS TRES AVEMARIAS
Esta devoción mariana tiene su origen a partir del siglo XIII. La Santísima Virgen reveló a Santa Matilde, religiosa benedictina del monasterio de Helfta, en Sajonía, esta práctica tan sencilla para obtener la salvación y en recuerdo de la triple corona con que fue coronada por Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Puede realizarse en cualquier momento del día, aunque la costumbre más extendida es hacerlo al levantarse y antes de acostarse. Uno de los que más han predicado y recomendado en sus escritos la práctica de esta devoción ha sido San Alfonso María del Ligorio y sus hijos lo Redentoristas.
También, entre los buenos católicos, hay la costumbre de rezar un Avemaría, al sonar cada hora del reloj. El Santo Cura de Ars fue una de las primeras devociones marianas que introdujo en su parroquia.
Flor espiritual para mañana: Practicar la devoción de las “Tres Avemarías” y enseñarla sobre todo a los pequeños.
DÍA 26.- EL ÁNGELUS O REGINA COELI
El rezo del “Ángelus” es muy antiguo; data del tiempo en las Cruzadas, en los siglos XI y XII, en que los cristianos que marchaban a reconquistar la Tierra Santa, se encomendaban a la Santísima Virgen rezando tres Avemarías por la mañana, al mediodía y al atardecer.
Más tarde se introdujeron delante de cada Avemaría las jaculatorias que recuerdan el momento más excelso de la historia, la Encarnación del Hijo de Dios. El Papa Pablo VI, en la exhortación apostólica sobre el culto a la Virgen “Marialis cultus”, vuelve a recomendar vivamente esta devoción mariana.
Durante el tiempo Pascual en lugar del “Ángelus” ser reza el “Regina Coeli”, que nos recuerda la alegría de la Santísima Virgen por la Resurrección de su Divino Hijo.
Aunque, aquella estampa tan tradicional del toque de campana y el labriego cogiendo entre sus manos la boina y la yunta de bueyes que se paran, se esté borrando por la evolución de los tiempos, que sepamos también hoy, detenernos unos momentos en nuestro trabajo, cualquiera que sea, para saludar con devoción filial a la Señora.
Flor espiritual para mañana: difundir con el ejemplo esta devoción del “Ángelus”.
DÍA 27.- EL ESCAPULARIO DEL CARMEN
Es otra forma tradicional de honrar a la Santísima Virgen. El 16 de julio de 1251 nuestra Señora se apareció al General de la Orden de Hermanos Ermitaños del Monte Carmelo. San Simón Stock, y le prometía que, a los que llevas en su hábito -el Santo escapulario-, no sufrirían las penas del infierno. Unos años más tarde, en el año 1316, la misma Señora se apareció al que después sería el Papa Juan XXII y le concedía el privilegio sabatino, o sea, que Ella sacaría del purgatorio a los hermanos que la Orden carmelitana, el primer sábado después de su fallecimiento. El escapulario del Carmen, canónicamente impuesto y recibido, hace a los cofrades de Nuestra Señora del Carmen participantes de tan inestimables favores.
Debe llevarse con dignidad y pureza de vida y rezar al menos tres Avemarías diariamente. Dice Pablo VI: “Entre las devociones recomendadas por el Vaticano II a la Santísima Virgen María, se han de contar el Rosario Mariano y el uso de voto del Escapulario del Carmen”.
Flor espiritual para mañana: Llevar el Escapulario del Carmen y propagarlo entre los familiares y amigos.
DÍA 28.- FELICITACIÓN SABATINA Y SALVE
A lo largo del año litúrgico hay una serie numerosa de fiestas dedicadas a conmemorar privilegios o advocaciones de la Santísima Virgen. Entre los días de la semana, la piedad popular ha consagrado el sábado para dedicárselo especialmente a Ella, y en este día ofrecerle la humilde, sincera y filial ofrenda de nuestros obsequios.
¿Quién no puede ofrecerle algo en este día? La Santa Misa, una mortificación corporal, un ramo de flores, la visita a un enfermo, el rezo de las tres partes del Santo Rosario, la asistencia a la Salve cantada o rezada ante un altar de la Virgen, el rezo de la “sabatina”…? Y tantas otras cosas que la piedad filial puede sugerirnos y qué tanto pueden agradar a nuestra Madre del cielo.
La SALVE es una hermosísima oración llena de alabanzas, con que imploramos la misericordia de la Madre de Dios. Se atribuye a Pedro Mezonzo, abad de Antealtares y obispo de Santiago de Compostela, que vivió en el siglo X.
Flor espiritual para mañana: Visitar a un enfermo y hablarle de su confianza en la Santísima Virgen.
DÍA 29.- OTRAS ORACIONES A LA VIRGEN
Entre las muchas oraciones vocales que los cristianos que todos los tiempos han rezado a la Santísima Virgen, merecen especial mención las siguientes: “Oh, Señora mía”, “Acordaos” y “Bendita sea tu pureza”.
La oración ¡OH, SEÑORA MÍA! ¡OH, MADRE MÍA! aparece en los misales y devocionarios de los fieles más antiguos. Suele rezarse entre las oraciones de la mañana y entre las oraciones que componen el llamado “ofrecimiento de obras”. Compuesta por el jesuita P. Nicolás Zucchi, en Roma.
El “ACORDAOS”, se atribuye a San Bernardo, que solía rezarla con mucha frecuencia a lo largo del día. Hoy es una oración muy popular con la que acudimos a la Virgen pidiéndole fortaleza en cualquier momento de lucha contra las tentaciones y peligros del alma.
El “BENDITA SEA TU PUREZA”, es una consagración a la Virgen rezada y cantada en todos los países de habla castellana.
Su autor fue el franciscano Fray Antonio de Panes, en el siglo XVII.
Flor espiritual para mañana: Rezar estas oraciones todos los días, al menos una vez.
DÍA 30.- VISITAS A LOS SANTUARIOS DE LA VIRGEN
Son muchos los santuarios y templos levantados en honor a la Santísima Virgen. Nuestros mayores, hombres y mujeres, apasionados del amor divino, fueron dejando aquí y allá, esos remansos de paz y oración en los que se venera alguna imagen de la Virgen. Muchos de ellos nos recuerdan algún favor especial de la Señora. Acudir a ellos, les hará ante la imagen que allí se venera, recibir los sacramentos de la Penitencia y Eucaristía, es también una manera cristiana y eficaz de amor a la Virgen practicada por muchos cristianos a lo largo de todos los tiempos.
También, en nuestras propias casas, se manifiesta la piedad mariana teniendo alguna imagen, cuadro, fotografía, estampa de la Santísima Virgen, colocada en sitio visible de cada una de las habitaciones, para que podamos en cualquier momento del día elevar nuestros ojos hacia Ella y al mismo tiempo rezarle alguna jaculatoria.
Flor espiritual para mañana: Visitar algún Santuario o Ermita dedicada a la Virgen y rezan las tres partes del Rosario.
DÍA 31.- LA VERDADERA DEVOCIÓN A LA VIRGEN
Se terminan estos días de un mes dedicado especialmente a María. Se acaban las flores de Mayo con este último día. Lo que no puede acabar es nuestro amor a la Santísima Virgen. Estos días han debido servir para acrecentar nuestra devoción filial a la Señora.
La verdadera devoción consiste en amarla de veras, cumpliendo los mandamientos de su Hijo y de la Iglesia, así como nuestros deberes familiares y profesionales, sin olvidar -como auténticos hijos- poner nuestra plena confianza en su corazón de Madre.
Consiste también, en todas esas manifestaciones de amor y de piedad que, a lo largo de cada uno de estos días, hemos ido considerando. Consiste en esa lucha diaria por la adquisición de todas aquellas virtudes cristianas de las que Ella fue modelo mientras vivió entre los hombres.
Que el glorioso Patriarca San José, Esposo fidelísimo de María, nos enseñe a querer y tratar a la Virgen Santa María con aquella delicadeza y fervor con que él no hizo, y nos ayude, en todas nuestras necesidades espirituales y temporales, para que, en su compañía y al lado de la Santísima Virgen, bendigamos eternamente a nuestro Divino Redentor Jesús.
Flor espiritual para hoy: Consagrarse a la Santísima Virgen y prometerle no apartarnos jamás de Ella por el pecado.
CONSAGRACIÓN PERSONAL A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Santísima Virgen María, Madre de Dios, yo N. N. N., aunque el más indigno de vuestro siervos, movido de vuestra admirable piedad y llevado del deseo de serviros, os escojo, delante de mi Ángel Custodio y de toda la corte celestial, por Señora, Abogada y Madre, y propongo firmemente serviros siempre en adelante, y procurar en cuanto de mí dependa, seáis de todos servida.
Os ruego, pues, Madre piadosísima, y os suplico por la sangre de Jesucristo, por mí derramada, os dignéis recibirme bajo vuestra protección y por siervo vuestro para siempre.
Protegerme en todas mis acciones, y alcanzadme gracia para que de tal manera rija mis palabras, obras y pensamientos, que nunca ofendan vuestra vista y la de vuestro Santísimo Hijo. Acordaos de mí y no me abandonéis en la hora de la muerte. Amén.
San Francisco de Sales
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